domingo, 29 de enero de 2012

PROYECTO SEGUNDO CUATRIMESTRE


Kowloon (nueve dragones) fué durante muchos años un pequeño territorio chino aislado en el interior de la colonia británica de Hong Kong. Esta circunstancia, unida a la falta de interés del gobierno chino por este territorio, propició que con los años se convirtiese en una tierra de nadie donde cada cual hacía y desacía a su antojo.


Los edificios de la ciudad se apiñaban unos junto a otros, siendo las calles más amplias de apenas un metro de anchura. Es entonces cuando uno se explica porque la ciudad se mantenía en pie, a pesar de la desastrosa construcción: las casas, simplemente, se apoyaban unas sobre otras.

Las únicas dos normas de construcción eran la ya conocida del límite de altura y una segunda norma que establecía que la instalación eléctrica estuviera al descubierto para poder poder abordarla en caso de incendio, dando lugar a una maraña de cables y tuberías que cruzaban todas las calles de la ciudad e impedían el paso de la ya de por sí escasa luz solar que recibían.

Kowloon era también conocida como “la ciudad de la oscuridad”, debido a que el apiñamiento de edificios había relegado a la ciudad a vivir iluminada de día y de noche por la luz de las lámparas fluorescentes.
La vida en la ciudad era, según sus habitantes, un “armonioso estado de anarquía”. A pesar de que la policía de Hong Kong no entraba en la ciudad, existía en la misma un grupo de voluntarios que ejercían funciones de vigilancia y, en general, trataban de mantener la paz.



Los Británicos intentarón desalojar Kowloon en numerosas ocasiones, hasta que finalmente desistieron en 1948. La ciudad se convirtió entonces en un enclave irreductible con una intensa actividad comercial. Dicha actividad comprendía sobre todo el tráfico de opio y alcohol, así como la prostitución, ante la incapacidad legal de la policía de Hong Kong para actuar en el recinto

Con el tiempo, tanto las autoridades británicas como las chinas calificaron de intolerable la situación del recinto, debido al elevado índice de criminalidad y las insalubres condiciones de vida, acordando finalmente su demolición en 1987.
En 1991 comienzo a desalojarse la ciudad, que por aquel entonces había alcanzado la impresionante cifra de 50.000 habitantes. Esto arrojaba una densidad de población de 1.900.000 habitantes por kilometro cuadrado, convirtiendo a la antigua Kowloon en la ciudad más densamente poblada de la historia de la humanidad.



Para que os hagáis una idea de lo que esto significaba, la densidad de población de Nueva York es de 91 personas por hectárea. La de Kowloon, en comparación, era de 13.000 personas por hectárea.

 No sería hasta 1993 cuando por fin se vació la ciudad y comenzó la demolición.

Actualmente, en el lugar donde estaba la microciudad se levanta un enorme parque de estilo tradicional chino, cuya única construcción es una pagoda.

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